Leer el libro propuesto por Salvador Amore, repasar sus consejos, descubrir sus intenciones pedagógicas, me ha resultado una especie de “volver a vivir”. Son tantas las experiencias de todo tipo transcurridas junto a Salvador, que cada uno de sus conceptos, definiciones, elecciones estéticas me suenan familiares, me parecen acertadas, estoy dispuesto a poner mi firma bajo ellas. Y al mismo tiempo, la lectura lo hizo crecer un poco más ante mis ojos por su amplitud de criterios, por su precisión semántica, por sus sistematizaciones. En suma las lecciones contenidas en este libro ayudan a introducirnos en la tarea del Director de Escena y refutan por su sencillez y concisión mis preconceptos acerca de que para hablar de este oficio hay que leer todos los libros del mundo. Lo escrito por Salvador Amore nos ahorra muchos caminos sin salida y nos orienta en el hallazgo de la propia poética. Raúl Serrano
Leer el libro propuesto por Salvador Amore, repasar sus consejos, descubrir sus intenciones pedagógicas, me ha resultado una especie de “volver a vivir”. Son tantas las experiencias de todo tipo transcurridas junto a Salvador, que cada uno de sus conceptos, definiciones, elecciones estéticas me suenan familiares, me parecen acertadas, estoy dispuesto a poner mi firma bajo ellas. Y al mismo tiempo, la lectura lo hizo crecer un poco más ante mis ojos por su amplitud de criterios, por su precisión semántica, por sus sistematizaciones. En suma las lecciones contenidas en este libro ayudan a introducirnos en la tarea del Director de Escena y refutan por su sencillez y concisión mis preconceptos acerca de que para hablar de este oficio hay que leer todos los libros del mundo. Lo escrito por Salvador Amore nos ahorra muchos caminos sin salida y nos orienta en el hallazgo de la propia poética. Raúl Serrano