En La paradoja del comediante -escrita en 1773, aunque permaneció inédita hasta 1830- Diderot recurre a un diálogo imaginario- con un interlocutor, al que procura demostrarle que las creencias de su tiempo sobre la actividad actoral eran falsas. Contiene agudísimas reflexiones, redactadas con un brío verdaderamente prodigioso, centradas en definiciones, recuerdos de distintos intérpretes, la crítica de sus estilos, de la fatuidad, el engolamiento o los excesos sentimentales sobre el escenario, así como en la necesidad de un distanciamiento del texto para poder brindarlo sin fisuras. Este volumen, en su segunda parte, incluye la carta de Diderot a Madame Riccoboni y, varios de sus envíos a Marie-Madelaine Jodin, ambas actrices, donde insiste en sus tesis sobre el arte teatral. Denis Diderot nació en Langres, en el Alto Marne, en 1713, y murió en París en 1783, sin que llegara a ver la revolución que su combativa pluma había ayudado a gestar.
En La paradoja del comediante -escrita en 1773, aunque permaneció inédita hasta 1830- Diderot recurre a un diálogo imaginario- con un interlocutor, al que procura demostrarle que las creencias de su tiempo sobre la actividad actoral eran falsas. Contiene agudísimas reflexiones, redactadas con un brío verdaderamente prodigioso, centradas en definiciones, recuerdos de distintos intérpretes, la crítica de sus estilos, de la fatuidad, el engolamiento o los excesos sentimentales sobre el escenario, así como en la necesidad de un distanciamiento del texto para poder brindarlo sin fisuras. Este volumen, en su segunda parte, incluye la carta de Diderot a Madame Riccoboni y, varios de sus envíos a Marie-Madelaine Jodin, ambas actrices, donde insiste en sus tesis sobre el arte teatral. Denis Diderot nació en Langres, en el Alto Marne, en 1713, y murió en París en 1783, sin que llegara a ver la revolución que su combativa pluma había ayudado a gestar.