Edición: 2005
Páginas: 852
Formato: 23 cm x 16 cm
Tapa dura
Están aquí reunidas las dieciocho piezas que ha estrenado hasta 2004 Ricardo Halac, en un volumen que será útil para los teatristas en general. Ricardo Halac inició con “Soledad para cuatro” (1961) la así llamada generación del 60, tan fructífera para el teatro argentino, que incluye además los nombres de Griselda Gambaro, Eduardo Pavlovsky, Roberto Cossa y Germán Rozenmacher. A esa obra siguieron “Estela de Madrugada” y “Fin de Diciembre”, y en una nueva etapa “Segundo Tiempo”, “El Destete” y “Un trabajo fabuloso”, que concitaron el interés de la crítica y el público. Uno de los fundadores de Teatro Abierto, que enfrentó la dictadura, escribió para ese ciclo “Lejana Tierra Prometida”, “Ruido de Rotas Cadenas” y “El dúo Sosa Echagüe”. Luego dio a conocer “¡Viva la Anarquía!”, sobre un viejo anarquista judío que se niega a morir, y “Mil Años, Un Día”, premio María Guerrero, traducida al inglés, basada en la expulsión de los judíos de España en 1492. En los últimos años se estrenaron “Frida Kahlo, la pasión”, “Metejón”, “Luna Gitana” y “Perejiles”, obras que reflejan su permanente preocupación por la condición humana. Se ha destacado también en la televisión (Compromiso, Yo fui testigo), el cine (El soltero) y la docencia. Fue director del Teatro Nacional Cervantes, del Centro Cultural Chagall de la AMIA, vicepresidente de Argentores y director del Seminario de Dramaturgia de esa entidad.
Prólogo de Osvaldo Pellettieri
Edición: 2005
Páginas: 852
Formato: 23 cm x 16 cm
Tapa dura
Están aquí reunidas las dieciocho piezas que ha estrenado hasta 2004 Ricardo Halac, en un volumen que será útil para los teatristas en general. Ricardo Halac inició con “Soledad para cuatro” (1961) la así llamada generación del 60, tan fructífera para el teatro argentino, que incluye además los nombres de Griselda Gambaro, Eduardo Pavlovsky, Roberto Cossa y Germán Rozenmacher. A esa obra siguieron “Estela de Madrugada” y “Fin de Diciembre”, y en una nueva etapa “Segundo Tiempo”, “El Destete” y “Un trabajo fabuloso”, que concitaron el interés de la crítica y el público. Uno de los fundadores de Teatro Abierto, que enfrentó la dictadura, escribió para ese ciclo “Lejana Tierra Prometida”, “Ruido de Rotas Cadenas” y “El dúo Sosa Echagüe”. Luego dio a conocer “¡Viva la Anarquía!”, sobre un viejo anarquista judío que se niega a morir, y “Mil Años, Un Día”, premio María Guerrero, traducida al inglés, basada en la expulsión de los judíos de España en 1492. En los últimos años se estrenaron “Frida Kahlo, la pasión”, “Metejón”, “Luna Gitana” y “Perejiles”, obras que reflejan su permanente preocupación por la condición humana. Se ha destacado también en la televisión (Compromiso, Yo fui testigo), el cine (El soltero) y la docencia. Fue director del Teatro Nacional Cervantes, del Centro Cultural Chagall de la AMIA, vicepresidente de Argentores y director del Seminario de Dramaturgia de esa entidad.
Prólogo de Osvaldo Pellettieri