Edición: 2012
Páginas: 276
Formato: 22 cm x 15 cm
Virginia Luque se formó como actriz en el teatro. Fue figura imbatible en radio, y en el cine consiguió impactos de proyecciones singulares (La historia del tango; La balandra Isabel llegó esta tarde; Sangre y acero; Buenas noches, Buenos Aires).
La televisión -medio en que fue pionera- la absorbió en forma avasallante por largos años. Brilló en las más importantes tanguerías de la noche porteña y, como toda cantante que se precie, plasmó su voz en el disco, rubro en que sobresalen los dedicados a recrear la obra de Enrique Santos Discépolo, Carlos Gardel y Francisco Canaro, sin olvidar aquel en el que cantó los versos de Alfonsina Storni y que, con el tiempo, pasó a convertirse en un registro de culto.
Virginia Luque es una de las últimas grandes intérpretes de la época de oro del tango y una digna embajadora del espectáculo argentino en Latinoamérica, Europa y Oriente.
Con prólogo de Sergio Pujol, prestigioso historiador y crítico musical, Mario Gallina recorre todo este periplo artístico, dejando testimonio ineludible de que “La estrella de Buenos Aires” demostró siempre hasta dónde una labor profesional es, por sobre todas las cosas, profesión de fe.
Edición: 2012
Páginas: 276
Formato: 22 cm x 15 cm
Virginia Luque se formó como actriz en el teatro. Fue figura imbatible en radio, y en el cine consiguió impactos de proyecciones singulares (La historia del tango; La balandra Isabel llegó esta tarde; Sangre y acero; Buenas noches, Buenos Aires).
La televisión -medio en que fue pionera- la absorbió en forma avasallante por largos años. Brilló en las más importantes tanguerías de la noche porteña y, como toda cantante que se precie, plasmó su voz en el disco, rubro en que sobresalen los dedicados a recrear la obra de Enrique Santos Discépolo, Carlos Gardel y Francisco Canaro, sin olvidar aquel en el que cantó los versos de Alfonsina Storni y que, con el tiempo, pasó a convertirse en un registro de culto.
Virginia Luque es una de las últimas grandes intérpretes de la época de oro del tango y una digna embajadora del espectáculo argentino en Latinoamérica, Europa y Oriente.
Con prólogo de Sergio Pujol, prestigioso historiador y crítico musical, Mario Gallina recorre todo este periplo artístico, dejando testimonio ineludible de que “La estrella de Buenos Aires” demostró siempre hasta dónde una labor profesional es, por sobre todas las cosas, profesión de fe.